Las vivencias y tonterías que le suceden a un erasmus cualquiera contadas en un blog para darse importancia a sí mismo, que al final y al cabo es la finalidad de todo blog.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Hoy un empleado de Vodafone Italia ha vuelto a nacer

Tal y como lo digo, el titular es tan surrealista como explícito y preciso.

Todo se remonta a cuando nos instalamos en nuestro piso florentino, ya que entre mis dos compañeras de piso (de ahora en adelante María y Noelia) y yo decidimos contratar una línea ADSL para que pudieramos estar todo el día enganchados a internet y no necesitar contacto con el resto de Florencia.

Bueno pues tras ver diferentes ofertas de varias compañías nos decidimos por Vodafone, por lo que la contratamos para seis meses, que es lo que va a durar nuestra estancia en esta ciudad. El tipo que nos atendío nos dijo que durante los primeros 10 días solo podríamos tener conectados dos ordena.dores, y uno de ellos mediante un cable ethernet. FALSO: No sé por qué pero podíamos conectarnos sin necesidad de ese cable, y a veces incluso conectar mas de tres ordenadores a la vez. Que la velocidad de la línea fuera una puta mierda en algunos momentos era algo que suponiamos, ya que el chaval de Vodafone nos explico que tras los citados diez dias iria a casa un tecnico para poner el router en orden y que todo funcionara chachi-piruli.

FALSO AGAIN: el técnico vino, e hizo lo mismo que podría aver hecho un pinguino que se hubiera presentado en nuestra casa el jueves a las 10.30. Es decir: no hablar una sola palabra, no dar con la dirección correcta desde el principio, y por supuesto no tocar nada del router. Lo unico que diferencia a ese hombre de una estatua, era que a parte de poseer capacidad de movimiento dijo una frase: Si esto no va bien mañana ya, llamad de nuevo a Vodafone.

VERDADERO: El internet no iba bien al día siguiente, pero decidimos esperar a si se referia a mañana por la tarde noche, en lugar de mañana a las 6 de la mañana. Por tanto cuando quisimos ir a la tienda de Vodafone, nos dimos cuenta que ya era muy tarde como para que estuviera abierta. No importa, esperamos al sábado, aunque ya con miedo de tener que pasar otro día sin que internet fuera especialemente bien y tuvieramos que soportar la tortura del contacto humano un día más.

El sábado, como era de esperar tampoco internet estaba por la labor de trabajar a pleno rendimiento, aunque para ser justos o simplemente porque mi ordenador va mejor que el de estas dos, me permitío ver el partido del Sevilla - Real Sociedad online con bastante dignidad (1-o gol de Kanouté, tomaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!). Y claro si sois un poco avispaos/as y sabiais que el Sevilla - Real se jugó a las 22:00 horas, deducireis que ese día tampoco fuimos a la tienda de Vodafone.

Y de ahí llegamos hasta este momento, bueno en realidad a esta mañana cuando mis compañeras me despertaron dejando caer en la puerta de mi cuarto un montón de armas al más puro estilo Vercingetorix, mientras sentenciaban: Ve a la tienda de Vodafone, y sólo vuelve con tu router o sobre él.


Y claro, yo al ver tal arsenal a mis pies, pues lo primero que pensé fue en optar por una solución pacífica: probar a intentar nosotros poner el router en orden sin tener que meter a la poderosa organización internacional VODAFONE por medio. Y claro, como el menda, que aunque no tenga ni zorra idea de como usar el photoshop, si se propone algo lo consigue, pues llevo a cabo una arriesgada maniobra que ni siquiera el técnico que vino supo realizar: darle a un botoncito azul donde pone WIFI.

Y nada, hoy una familia florentina podrá celebrar que su hijo, operario de Vodafone en Florencia, volverá hoy a cenar sin haber sufrido la ira de los sevillanitos de piazza dell'Ollio.

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