Las vivencias y tonterías que le suceden a un erasmus cualquiera contadas en un blog para darse importancia a sí mismo, que al final y al cabo es la finalidad de todo blog.

martes, 18 de octubre de 2011

22-29 Septiembre: Los visitantes

Bueno, esta travesía por el desierto de la meditación que me ha tenido ocupado este último mes creo que ma ha enseñado a sintetizar, así que espero que se acaben los tochacos. Si no lo consigo, os jodéis y lo leeis igualmente.

Como el título de la entrada indica, la última semana de septiembre estuvo marcada por las visitas que padecí ( SI, PADECÍ), las primeras desde que estoy de erasmus en Florencia.

Los que tuvieron el honor de inaugurar la temporada de visitias fueron los ''Roldán Brothers'' y sus progenitores, aunque estos últimos sólo pasaron el día en la ciudad. LLegaron sobre las 11 de la mañana a la estación de trenes de SM Novella desde Roma, ya que estuvieron de visita por Italia. Yo, como buen estudiante, la noche anterior había salido a empinar el codo por lo que cuando el despertador sono a eso de las 10.24 pense que la resaca que me esperaba sería atroz. Lo cierto es que no fue para tanto la cosa, así que pude llegar hasta el baño sin tener que arrastrarme.

Tras acicalarme fui a recogerlos a la estación, y tras pasar un instante por casa para dejar los bártulos de los Brothers, nos fuimos a hacer el guiri un poco por la ciudad: Visitamos Il Duomo, videamos el centro, fuimos a comer cerca del Ponte Vecchio, tomamos un café en la cafetería más antigua de la ciudad,etc etc. En resumen las cosas que sólo puedes hacer cuando tienes visitas que pueden invitarte.

Como ya indique, los padres de estos dos sujetos volvieron a Roma al acabarse la tarde, por lo que ambos hermanos y el menda nos pusimos a preparar la noche. Compramos habanos, ron, y matamos lo que quedaba de tarde jugando al PES 2011. Luego cenamos un mix de carbonara + curry y salimos a beber con los colegas.

Estuvimos líados entre ron, cervezas y habanos, hasta que decidimos ir ya hacia una discoteca que estaba bastante cerca y la entrada era libre. Sobre este episodio solo voy a hacer una breve referencia: el pobre Charly casi se muere del calor que hacía allí dentro, y de la propia caló que el mismo desprendía (XDDD). A eso de las 4 de la mañana nos retiramos, ya que aquí desgraciadamente los sitios no cierran tan tarde como en Sevilla.
Debo decir que al día siguiente pase de acompañarlos a la estación, cosa que ellos entendieron perfectamente.

Humareda, Anónimo del siglo XXI.


- En este momento me di cuenta que la entrada iba a ser otro tochaco -

Además pocas horas después de la marcha de los hermanos Roldán, iban a llegar nuevos invitados, por lo que tampoco es que pudiera quedarme acostado hasta las 6 de la tarde.
Los nuevos visitantes, Mané y María, también vinieron de Roma, por lo que a eso de las 2 de la tarde fui a buscarlos a la estación.

Vinimos de nuevo a casa a que dejaran las cosas y descansar un rato, pero escuchamos los tambores de guerra de Firenze, lo que sólo puede significar una cosa: desfile de época. Salimos pitando a verlo y luego, ya que estabamos en la calle, nos dimos una vuelta por la ciudad para que la videaran así en plan general. Los museos los dejamos para el día siguiente, domingo, que eran gratis. En realidad solo pudimos ver la Galleria degli Ufizzi, por que en la cola nos tuvieron tres interminables horas. Aunque se hicieron más amenas con el alegre canturreo del hablar de una familia argentina que teniamos detrás. Como diría mi amigo Jesús de la facultad : La Galleria estupenda, increíble... Palermo horroroso.

A partir del lunes poca cosa que contar, ya que tenía que ir a clase y las noches no dan para casi nada. Aun así tirabamos a Santa Croce de vez en cuando para echar unas birras, pero poca cosa, es lo que tiene la vida entre semana. Lo único destacable sucedió el jueves, que fuimos a la Academia a ver el David de Miguel Ángel, Culazo según María. Más tarde el plan era ir a una fiesta universitaria en Novoli, pero lo desestimamos debido a la lejanía. Tremendo error, porque por lo visto fue la fiesta del fin del mundo. Así que nos fuimos un rato a Santa Croce, que los jueves ya empieza a acudir más gente.

Los años no dejan de pasar para nadie, hermano.


El viernes esta gente partieron por la mañana de vuelta a Roma, el Mané contento porque le habían ingresado la beca y se había comprado unas pocas camisetas; María contenta por que ya podía entrar en su piso y poner el torito y la flameca enloarto la tele; y un servidor contento porque ya podría dormir tranquilamente en mi cuarto de nuevo.


Casting & Agradecimientos:

- David y Concha, padres de los Roldanes:
- María G. y Noelia, compañeras de piso
- Chicas de la discoteca
- Soldados del desfile de época
- Los notas del Kebab
- David de Miguel Ángel, por su estoicismo mientras todos le miran el culo.
- Argentinos de la Galleria Uffizi
- Colgaos de Santa Croce

domingo, 18 de septiembre de 2011

Hoy un empleado de Vodafone Italia ha vuelto a nacer

Tal y como lo digo, el titular es tan surrealista como explícito y preciso.

Todo se remonta a cuando nos instalamos en nuestro piso florentino, ya que entre mis dos compañeras de piso (de ahora en adelante María y Noelia) y yo decidimos contratar una línea ADSL para que pudieramos estar todo el día enganchados a internet y no necesitar contacto con el resto de Florencia.

Bueno pues tras ver diferentes ofertas de varias compañías nos decidimos por Vodafone, por lo que la contratamos para seis meses, que es lo que va a durar nuestra estancia en esta ciudad. El tipo que nos atendío nos dijo que durante los primeros 10 días solo podríamos tener conectados dos ordena.dores, y uno de ellos mediante un cable ethernet. FALSO: No sé por qué pero podíamos conectarnos sin necesidad de ese cable, y a veces incluso conectar mas de tres ordenadores a la vez. Que la velocidad de la línea fuera una puta mierda en algunos momentos era algo que suponiamos, ya que el chaval de Vodafone nos explico que tras los citados diez dias iria a casa un tecnico para poner el router en orden y que todo funcionara chachi-piruli.

FALSO AGAIN: el técnico vino, e hizo lo mismo que podría aver hecho un pinguino que se hubiera presentado en nuestra casa el jueves a las 10.30. Es decir: no hablar una sola palabra, no dar con la dirección correcta desde el principio, y por supuesto no tocar nada del router. Lo unico que diferencia a ese hombre de una estatua, era que a parte de poseer capacidad de movimiento dijo una frase: Si esto no va bien mañana ya, llamad de nuevo a Vodafone.

VERDADERO: El internet no iba bien al día siguiente, pero decidimos esperar a si se referia a mañana por la tarde noche, en lugar de mañana a las 6 de la mañana. Por tanto cuando quisimos ir a la tienda de Vodafone, nos dimos cuenta que ya era muy tarde como para que estuviera abierta. No importa, esperamos al sábado, aunque ya con miedo de tener que pasar otro día sin que internet fuera especialemente bien y tuvieramos que soportar la tortura del contacto humano un día más.

El sábado, como era de esperar tampoco internet estaba por la labor de trabajar a pleno rendimiento, aunque para ser justos o simplemente porque mi ordenador va mejor que el de estas dos, me permitío ver el partido del Sevilla - Real Sociedad online con bastante dignidad (1-o gol de Kanouté, tomaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!). Y claro si sois un poco avispaos/as y sabiais que el Sevilla - Real se jugó a las 22:00 horas, deducireis que ese día tampoco fuimos a la tienda de Vodafone.

Y de ahí llegamos hasta este momento, bueno en realidad a esta mañana cuando mis compañeras me despertaron dejando caer en la puerta de mi cuarto un montón de armas al más puro estilo Vercingetorix, mientras sentenciaban: Ve a la tienda de Vodafone, y sólo vuelve con tu router o sobre él.


Y claro, yo al ver tal arsenal a mis pies, pues lo primero que pensé fue en optar por una solución pacífica: probar a intentar nosotros poner el router en orden sin tener que meter a la poderosa organización internacional VODAFONE por medio. Y claro, como el menda, que aunque no tenga ni zorra idea de como usar el photoshop, si se propone algo lo consigue, pues llevo a cabo una arriesgada maniobra que ni siquiera el técnico que vino supo realizar: darle a un botoncito azul donde pone WIFI.

Y nada, hoy una familia florentina podrá celebrar que su hijo, operario de Vodafone en Florencia, volverá hoy a cenar sin haber sufrido la ira de los sevillanitos de piazza dell'Ollio.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Intentando ver el fútbol en casita. Despúes, cogorza.

Pues eso mismo, haciendo el experimento de comprobar si el internet de casa aguanta las dos horitas del partido y no se me cae.

Espero que no se me jodan los enlaces de rojadirecta, y que tampoco me joda el Sevilla haciendo una de las suyas.

Vamoooooos!!!

Coleccionando cosas que no necesitas, pero que son gratis.

Lo primero que voy a hacer es avisar de que voy a dejar de escribir entradas tan largas, saldremos ganando todos. Yo, porque no le echare tanto tiempo escribiendo unas publicaciones que nadie lee, y vosotros, porque si sois tan insensatos de leerme, no os dejareís la vista en la pantalla.


Anoche y como casi siempre, estuvimos dandole a la botella en Santa Croce, y como siempre pasa cuando se bebe allí, llega un momento en el que sale la conversación de las bicicletas. Os explico: en Florencia hay gente que regala bicis, lo que pasa que no son tan fáciles de encontrar. Por eso siempre surge la tentación de crear comandos para cazar alguno de estos personajes. Ayer no fue la excepción a esto, como tampoco fue la excepción el no hacer nada al final.

De esta manera, frustrados y furiosos cual manada de orcos de la vida, decidimos partir a dejar caer nuestros embriagados cuerpos a cualquier garito que nos diera cobijo. El problema surgió cuando, o yo me despiste, o el resto de gente se escondió, o lo que estoy contando nunca sucedió. No sé, algo raro pasó y nos quedamos nada más que tres personas. Y decidimos ir a casa del Manu que vive al lado de Santa Croce aún no sé para qué, probablemente para ver si nos abastecía de birras o nos daba por lo menos un euro para el autobus.

No importa, el motivo de por qué ibamos a su casa cuando la realidad era que habíamos quedado con Alfonso y Pedro al otro lado de la calle lo olvidamos de repente al ver aquello. Lo más precioso que puedes encontrarte en una noche de borrachera. Sí, habeís acertado: un carrito de supermercado abandonado, o si no estaba abandonado estaba sin protección (cosa que nunca entenderé). No hizo falta que dijeramos ni una palabra, los tres sabiamos que lo que teníamos que hacer era cogerlo y llevarlo a la casa más cercana, la del Manu (mierda!). Lo siguiente que pensé fue lo que todo el mundo pensaría: me subo encima bebiendo cerveza mientras me empujan, nos caemos al suelo, nos hacemos daño y ya tenemos la noche resuelta.

Realmente no sucedió todo eso, solo me subí encima y empujaron el carro hasta casa de Manu para luego subirlo. Espero que siga allí, necesito volver a verlo. Luego nos piramos de la casa para buscar a esta gente, ya que hacía media hora que habíamos quedado con ellos y no sabiamos si seguían vivos o habían sido devorados por las caníbales.

El caso es que mientras ibamos por la calle me entró un brote nacionalista y me puse a pensar que por qué el carrito estaba en casa del Manu y no en la mía, por lo que para calmarme lo pagué secuestrando un cordon de terciopelo de esos que ponen en los museos, que ahora cuelga como trofeo de guerra en mi habitación. Lo más surrealista fue que me nege a entrar con esta gente en ningún local no fuera a ser que me quisieran privar de mi nueva adquisición... bueno y también porque mis compañeras de piso me habían chorizados las llaves (aunque en realidad esto fue peor para ellas ya que cuando llegue a casa a las tantas tuvieron que aguntar el timbre de la puerta). Así que ante tal panorama decidí partir a sobarla a casa, no antes sin encontrarme con el Alfonso, que disimulando bastante mal la envidia que sentía de no tener un cordón de terciopelo rojo, se mofó de que lo llevara en el cuello como una bufanda.





En fín, me he dado cuenta que necesito una bici y un carrito. Espero que puedan aparearse y engendren un vehículo que aúne movilidad y capacidad, y desde el que además pueda disparar mi arco.


Yo también quiero un carro-bici, ¡este caballo apesta demasiado!



PD: Al cordón de terciopelo no sé que uso darle, quizás lo deje para separar la zona VIP en las fiestas del piso.

viernes, 16 de septiembre de 2011

11 de septiembre de 2011: Feliz 2004 Etíope!

Florencia.
11 de septiembre.
Aproximadamente las 18.30 horas.


Un grupo de erasmus españoles procedentes de diversos puntos de la geografía ibérica estabamos reunidos en Santa María Novella, disfrutando de la tarde mientras tomabamos unos refrigerios. Se nos presenta a continuación la disyuntiva de hacia donde encaminar la incipiente noche. Dos son las opciones principales con las que contabamos; una irnos hacia Fortezza do Basso, donde hay un lago y alrededor mucho césped donde retozar al estilo hippie, y la otra ir a un local llamado 'Africa Sky' donde supuestamente había una fiesta reggae. Lo cierto es que pocos fuimos los intrepidos que nos decidimos por la opción de acudir al 'Africa Sky', así que hacia las 20.30 horas los irreducibles sevillanitos nos encaminamos a Via Ghibellina 80, dirección en la cual habitan mis camaradas de la Universidad Pablo de Olavide.

Por el camino nos encontramos una tienda de alimentación regentada por pakistanies, de esas que tanto abundan por Florencia. No es que a nosotros nos llamase la atención quienes la regentaban, lo que nos hizo detenernos fue un cartel que rezaba: cuatro botellas de vino por 10 euros. Si os digo que en ese momento eramos cuatro personas, os dareís cuenta que la ecuación es bastante simple.

Tras esta breve parada que sirvio para que nos pudieramos abastecer de kalimotxo antes de ir al Africa Sky, fuimos a la dirección citada anteriormente, ya que mi colega Manu, se habia traído de Sevilla un paquetillo con cosas para este menda y era menester que ya fuera a recogerlo. Subimos y tras echarle un breve vistazo al piso de mis colegas, me dirigí a mi casa para cenar algo y dejar allí la camara de fotos y la bandera del Sevilla que componían el paquete que me había traído Manu. Obviamente con el plan de reunirme posteriormente con los inquilinos de via Ghibellina 80 para ir a la supuesta fiesta reggae, que no son otros que el citado Manu, Pedro y Alfonso.

En mi casa estaban reunidas mis compañeras de piso con otros sevillanos, que ya había conocido en una de las quedadas que se hicieron en nuestra ciudad. Cene algo allí y luego volví al piso de esta gente, invitando a mis compañeras de piso y a sus invitados a que me llamaran luego al movil WIND para que se unieran a la punky reggae party.

Al llegar al piso de Manu, Pedro y Alfonso, bebimos un ratillo, y luego tiramos para el Africa Sky, que aunque estaba en la misma via Ghibellina había que pegarse un pateillo para llegar. Pero la sorpresa al llegar fue máxima. No nos habíamos hecho demasiadas ilusiones sobre la magnitud de la supesta fiesta, pero lo cierto es que lo que pense en ver aquello fue: 'vaya puta mierda'. No es que el local no pareciera un sitio para bailar reggae, es que el Africa Sky era un restaurante. Un restaurante etíope. Eso sí, bailar había gente bailando, y tras dudar si entrar y sentarnos o buscar otro sitio, nosotros mismos empezamos a bailar tímidamente los ritmos que un DJ viejuno y blanco estaba pinchando (algunas dicen que el DJ se parece a Steve Buscemi, cosa que no comparto, pero fiaros de mí que tengo más criterio, fijo).


¿El lobo tiene criterio? Si él lo dice...

Y como nos daba un poco de cosa entrar un sitio que no conociamos de nada y no consumir aunque fuera lo más barato de la carta, Manu y yo nos pedimos un vino dulce sudafricano, que la verdad estaba bastante sabroso.

A continuación y mientras al sitio incrementaba timidamente su aforo, recibi una llamada de mis compañeras de piso, que se vinieron a disfrutar de la entrada de año etíope en el 2004. Sep, he dicho 2004. También he dicho etíope. Y es que según explico uno de los regentes del local al que cariñosamente bautizamos como Usain Bolt, los meses del calendario copto tienen nosequenose cuanto de retraso y tanto dias al mes que bla bla bla bla... bueno no me entere de nada porque estaba más pendiente de comer palomitas que había dentro de un sombrero mexicano, y además el pobre Usain no hablaba muy bien inglés y el italiano no lo domino yo tanto. Así que voy a copiaros la explicación que he encontrado por internet, ya que podria enlazaros al blog de mi colega María Gómez donde también lo explica, pero no soy tan capullo como para ponérselo tan fácil a la competencia.

El calendario de la iglesia ortodoxa copta, tiene siete/ocho años de retraso respecto al calendario occidental.

Como el calendario cóptico, el calendario etíope tiene doce meses de 30 días cada uno más cinco o seis días epagomenales, que comprenden un decimotercer mes. Así, el año nuevo etíope se celebra el 11 de septiembre. En el caso de los años bisiestos, la fiesta es el 12. El 12 de septiembre del 2007 fue el primer día del nuevo milenio.


Pues eso, celebrando el año 2004 etíope bailando reggae y ska en Florencia. Y encima a los pocos minutos entraron en el local unos italianos con una perra que era la caña. Sí, porque en Florencia puedes ir a restaurantes etíopes donde tu perro también tiene derecho a bailar. El Alfonso intento un breve idilio que al principio pareció que iba a tener un final feliz, pero finalmente la perra Olivia se hizo la dura.

Pero al final conocimos a los italianos, gracias a que nuestra amiga Natalia rompió el hielo, y nos fuimos una plaza de al lado a seguir hablando mientras ellos se fumaban unos petas (SOLO ellos, yo No). En la plaza se estaba muy agusto, pero una señora no le parecio que se estuviera tan agusto y despues de abrir la ventana como si fuera una vaquilla del Gran Prix profirió un rugido que haría llorar al mismiso Sátanas, y el cual podríamos traducir como: HABEIS VISTO QUE HORA ES!!!

Así que nada, nos retiramos sin oponer resistencia y nuestros nuevos amigos italianos nos llevaron a otra plaza un poco más chunga a seguir cada uno con lo suyo, todos a fumar petas y yo a beber cerveza, adquirida medio destrangis. Allí pudimos hablar más tranquilamente con los italianos, unos con más facilidad que otros y descubrimos que muchas costumbres del sur de Italia, ya que estos eran de Napolés, son muy parecidas a las del sur de España. Y que literalmente allí también existe el desafortunado dicho de: Mujer al volante peligro constante.

Ahí queda eso, bastardos y bastardas!

Copyright: Foto tomada del blog de María Gómez

Ogni maledetta domenica

Pasarlas putas para ver el partido del Sevilla el sábado pasado.

En realidad ese debería ser el título de esta publicación, pero queda mucho más pedante y pretencioso escribir algo en italiano y haceros creer que sé algo del idioma (cuando la realidad es que he tenido que usar un traductor online). Es más, el título hace referencia al domingo, cuando la realidad es que los sucesos que voy a contaros sucedieron un sábado, pero dado que al referirnos a una jornada futbolística solemos hacerlo generalizando en el séptimo día de la semana vamos a pasar por alto semejante impresición temporal.

Pero bueno voy a dejar de divagar sobre soplapolleces poco importantes, para por lo menos exponer la soplapollez que motiva que este escribiendo esto.

El sábado pasado a las 18:00 horas se enfrentaban en El Madrigal (estadio del Villarreal) el equipo que juega de local en dicha instalación y el Sevilla Fútbol Club Sociedad Anónima Deportiva, y fundado en 1905 (si os decidís a seguir leyéndome en futuras publicaciones vais a odiarme. Me importa bastante poco, yo ya os odio y ni siquiera os conozco). El caso es que normalmente este partido lo vería tranquilamente por la televisión tirado en el sofá de mi casa o en un bar del barrio con otros camaradas sevillistas, pero dado que estoy en Florencia de Erasmus iba a ser un poco complicado que tal circunstancia pudiera producirse. Así que sin más dilación resolví buscar un sitio donde pudiera disponer de una conexión a internet en condiciones y poder ver el partido online.

El partido comenzaba a las 18:00 horas como ya expuse anteriormente, así que sobre las 17:40 salí de mi domicilio florentino en busca de un café donde tuvieran conexión wifi. Por suerte la noche anterior uno de mis colegas sevillanos que también disfruta de una estancia erasmus en esta bella ciudad me comento que por la tarde habia estado en una cafetería de la calle donde vive en la que dejaban usar la conexión wifi, por lo que al recordar dicha información salí directamente de mi casa, con el portátil y mi arco al hombro (sí, un arco de esos que disparan flechas. Ya os contaré porque tengo uno), en direccion a dicha calle.
El trayecto no es excesivamente largo, por lo que diez minutos antes de la seis de la tarde ya me encontraba en dicha dirección buscando exactamente que cafetería era. Pero mi frustración aumentaba progresivamente mientras pasaban los últimos minutos antes de las seis sin que yo encontrara dicho local, por lo que llamé a mi colega Manu demandando una información más concreta. Cierto es que obtuve nuevos datos, aunque algunos de ellos fueron erróneos, por lo que estuve dando vueltas unos 20 minutos buscando un local con unas características que exactamente no eran las precisas.

Harto de no encontrar el sitio en cuestión, me decidí a entrar en otra cafetería por cuya puerta había pasado ya varias veces en mi interminable búsqueda. El sitio lo verdad es que molaba, tenia un velador bastante simpático con sofás rojos y negros, y las dos camareras estaban muy de buen ver. Asi que con lo poco que vi me convenció, así que pregunte a una de las chicas si tenian conexión wifi que pudiera usar. Era le pregunta definitiva para quedarme en ese lugar a intentar ver el partido, siendo ya las 18.30 y llevando media hora el partido en juego. La chica me dijo que sí, pero que estaban abriendo ahora y que si podía esperar cinco minutos. En realidad me lo tuvo que decir dos veces, porque la primera no le puse mucha atención teniendo en cuenta que no manejaba por entonces muy bien el italiano y que estaba acumulando la información por la vista en lugar de por el oído (XD). Así que nada, me sente en un pollete de enfrente a esperar que me avisaran de que podía acceder.

En virtud de lo anterior, a eso de las 18:37 yo ya estaba sentado en una mesa encendiendo el portátil, mientras esperaba a que me trajeran la clave de red y el capuccino que había pedido. No tardaron mucho en satisfacerme dichas demandas, aunque me lo hizo un notas calvo, en lugar de una de las dos simpáticas chicas. ' Bueno es igual - pensé- lo importante es ver ya el puto partido que esta apunto de terminar el primer tiempo'. Pero mi nivel de cabreo digievolucionó a Ira Berserker cuando metí la clave y no funcionaba, la volví a meter y nada, así que el notas calvo se me acerco al ver que hacía aspavimientos como si quisiera rebanarle el cuello al ordenador. El puto problema era que el tío habia escrito la Z como si fuera un 2, asi que evidentemente cuando puso la clave correcta me pude conectar sin problemas.

Rapidamente me dirigí a la direccion web www.forooficialsfc.com, para encontrar un topic del encuentro donde hubieran publicado un link desde donde ver el partido, y ya de camino enterarme de lo ocurrido en los primeros 40 minutos. El resultado era 1-1, jugando el Sevilla desde el minuto 20 con uno más por la expulsión del portero del Villarreal, Diego López (mierda, lo tengo en el Comunio). 'No pintaba mal la cosa para alcanzar la victoria en la segunda parte', fue lo primero que pensé al acabarse el primer tiempo y poder disfrutar de lo que restaba de partido viendo al Sevilla jugar contra 10.

Pero mierda para mí. Minuto 15 del segundo tiempo, segundo capuccino y ya por entonces una resignación brutal de saber que el Sevilla no iba a ganar el partido haciendo la porquería de fútbol que estaba haciendo. Y mientras, el garito se iba llenando de gente, muchos italianos viejos, con los pantalones tan pegaos que en cualquier momento podían asfixiarse, comiendo y bebiendo sin parar mientras yo me tomaba un café porque era lo más barato de la carta con diferencia. Pero la verdad que me daba igual la clientela que se movia por allí, ni siquiera si había tipas atractivas y sin entretenerme en ver que hacían las dos camareras. Yo estaba a lo mío, que era gritarle al ordenador, cagándome en la familia tanto del árbitro, como de Alexis Ruano y de Marcelino por igual.

Y en estas estabamos cuando en el 29 de la segunda parte marca el 2-1 el Villarreal. Gol de Marco Rubén tras caraja de Alexis Ruano. Gol de un delantero que había salido 10 minutos antes por un defensa (es decir que el entrenador del Villarreal a pesar de jugar con uno menos quita a un defensa y mete a un delantero, para, ¡Eureka!, intentar ganar el partido, que de eso se trata este deporte). Tampoco había que ser un Arquímedes de la vida para hacer tal jugada, ya que todo el mundo se estaba dando cuenta que el Sevilla no iba a ganar el envite ni con el escuadrón de los Panzers de la muerte a sus órdenes.

El Sevilla perdiendo jugando con uno más, los italianos sacando comida de todas partes y yo que no quería ni acercarme a un plato no vaya a ser que hubiera que soltar guita, y un calor en el bar para morirse. Dantesco espectáculo (de Dante Alighieri, protector de los ebrios erasmus florentinos), aunque por lo menos el café estaba bueno. Pero esta vez lo mejor vino al final, y no estoy siendo sarcástico, ya que en el último momento el coletas inútil de Alexis Ruano cabecea a gol un centro de Jesús Navas (macho tienes que dar muchísimo más). El que escribe gritando en la única mesa donde había sentando alguien y los italianos sin hacerme el menor caso y a lo suyo, que era mover las manitas, comer y beber. 2-2, buen resultado tras ver como discurrió el partido, aunque una mierda de resultado si te paras a pensar que jugamos contra 10 durante 70 minutos.

Fin del partido. Apago el portátil, fulmino lo que quedaba de café, pago en el mostrador y me piro a casa a esperar a que salieramos por la noche. Ya no me acuerdo de que más aconteció ese sábado 10 de septiembre, seguramente porque tampoco ocurriría nada de ser digno de mención, aunque es probable que esa noche visitaramos a Dante como de costumbre, con una bebida en la mano pero sin invitarlo a nada, que somos erasmus y estamos tiesos.

Nos vemos pringaos.



Alexis Ruano aprueba esta publicación.